El día después de la noticia de los peces muriendo, por lo que sea que fuera, había en las aguas, recorría el riacho después de mucho tiempo. El Capitán de la embarcación, Isleño de a de Veras, como diría su Compañera, andaba con ganas de paseo y ligue invitación a recorrerlo en la travesía de esa tarde….
Riacho de Oro, Formosa
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| Moncho por el Riacho de Oro
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| Riacho de Oro |
El paseo, tuvo un par de paradas, visitamos por unos minutos a Curi, El Señor de los Carpinchos, a ver, que tal andaba, hacia tiempo que no lo veía.
En mi haber, contabilizo nuevos metros de la Isla bajo mis pies. Al volver visitamos a Armoa, otro isleño al que conocí un tiempo antes, pero aun no lo había visitado donde vivía, solo charlamos desde la costa aquel día.
Al bajar nos invito a conocer el lugar, caminamos un buen rato, mientras charlábamos sobre el pasado de la Isla de Oro, fueron nuevos relatos escuchados atentamente, pequeñas Grandes Historias del Pasado, contrastadas con el hoy del lugar…
Aquel día, el aroma de las aguas no era el de siempre, en ella se sentían olores desconocidos que se desarmaban en el aire, cuando el agua golpeaba la costa y la vegetación.
Los peces se asomaban a la superficie del agua entregados a su suerte.
Aquellos que frecuentan o viven próximos al Riacho de Oro, no los pescaban, aquel día los cosechaban del agua, como si fueran naranjas que flotaban en ella, otros los subían a sus canoas dándoles un solo golpe, elegían de entre tantos... con cual de ellos quedarse....
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