Los días de un Isleño, en estos tiempos de inundaciones… Isla de Oro, Formosa.
Riacho de Oro, Formosa
Ramón, El Moncho, vive en la Isla
de Oro, junto a su compañera de vida, Lucia.
Los acompañan sus dos perros, la
Negra y Manchita, un gato malhumorado del que no recuerdo si tiene nombre, seis
cerdos, cuatro de ellos de gran tamaño y
dos más pequeños, unas dos docenas de gallinas y por ultimo un ganso, uno que se
ganó desde hace poco, el título de Ganso Viudo, después de la visita de una Curiyú,
una de tantas que los visitaron en estos días para alimentarse de sus animales...
Desde que las aguas comenzaron a
subir, fue construyendo pausadamente donde tenerlos…
Sobre las escaleras que suben hacia
su casa, improviso una rampa con tablas que
fueron de viejas canoas y así, uno a uno fue subiendo a sus cerdos por la rampa...
Después de sujetar, a cada uno con
sogas, un poco a tirones y otro poco a golpe de ingenio le iba dejando puñados
de maíz para que fueran subiendo, atravesaran parte de la casa y cruzaran una
pasarela de tablones angosta, entre su casa y el nuevo chiquero, donde cada uno
tenía su propio espacio esperándoles...
Desde entonces sus animales están
a resguardos, salvo las gallinas y aquel ganso que fueron víctimas, de la
naturaleza misma, en la cadena alimenticia, entre animales silvestres y los de
granja.
Al visitarlos un día, me encontré
con una tremenda Curiyú, a la que sorprendió
cuando mataba a una de sus gallinas, el día anterior ya le habían desaparecido
unos cuatro y a esta, la había visto.
Las Curiyú, estaban teniendo a su
casa como un lugar donde venir a alimentarse…
Aquel día las aguas cubrían la
isla hasta por encima de los tobillos, Moncho tenía hirviendo agua para quitarle las plumas a la gallina que
termino de matar el mismo, luego de sorprender a la Curiyú…
Mientras el agua estaba a punto,
intente encontrar las imágenes que mejor mostraran lo que sucedía, pero ese día
no era lo más sencillo de hacer, caminábamos en el agua y además de eso llovía,
era un día de esos grises y la atmósfera me era compleja de manejar, pese a ello,
hice el mejor de los intentos, mientras veía a la gallina muerta, sobre un
pedazo de tronco, que lo distanciaba de las inquietas aguas de aquel día…
Finalmente, Moncho la sumergió
por unos segundos en el agua, la colgó de una de sus patas y le comenzó a
quitar las plumas, la despojo de su cuello con un corte limpio y comenzó a retirarle las vísceras, y yo ahí desacostumbrado
a lo que veía…esperaba salieran las vísceras, en aquella bolsita que suelen
venir cuando las compramos congeladas en un supermercado…
Apenas la idea sucedía en mi
cabeza, se lo contaba a Moncho y reíamos de lo gracioso y absurdo se oían los
comentarios de mis pensamientos en ese momento…
Para, quien pueda preguntarse, _
porque siguen ahí rodeados de agua, _bueno tanto Mocho como Lucia nacieron en
la Isla….
Literalmente son nacidos en ella…
Él fue pescador desde muy
temprana edad, en el 82 la vida lo invito a ampliar sus horizontes y vivió en
las capitales de otras grandes ciudades del país, hizo bueno parte de su vida
en ellas, pero los vientos de la vida, lo hicieron volver hace unos 10 años…
Desde entonces, vive nuevamente en la Isla de
Oro.
Volvió con un poco de capital, invirtió
en hierros estructurales y sobre ellos construyó su casa, nuevamente en la isla,
a un par de metros sobre la tierra, con paredes de madera, al igual que sus pisos
y los techos de zinc…
El y Ella, son parte de la
historia del lugar, un par de pocos, que aún pueden contar concretamente sobre
otras épocas de la Isla de Oro…
Algunas veces cuando Moncho es poseído
por sus recuerdos de juventud en la Isla, y los pone en palabras, es de los que
hablan de Canoas repletas de peces, Una escuelita en medio de la Isla, Una
cancha de fútbol, Misa los domingos, Un
destacamento Policial, Caminos por donde Vehículos atravesaban la Isla hasta
Isla Nueve, Cuando los extremos del riacho, eran apenas un canal, el que casi podías
saltar para cruzarlo, Muchas familias viviendo en la isla, Plantaciones de
Verduras y Árboles Frutales…
Eso quizá responda en parte y de
alguna forma por qué continúan ahí… además de que el lugar es bello aun
inundado…
La Gente de la Isla, es Igual a Vos…que
llegaste hasta aquí, leyendo sobre ellos…. y son iguales a Mí, que puedo conocerlos…
Es Gente con días buenos y otros
no tantos…
Es Gente con Procesiones PersonalmenteIndividuales, como
todos…
Con Miedos y Esperanzas…
Tristezas y Alegrías…
Es Gente que ríe y ríe mucho….Pero que también se pegan sus lagrimones cada tanto….
Solo que ellos hoy, están viviendo,
en su propia Isla, suspendida sobre aguas que cubren otra Isla…
Ellos SonIsleños...
Y Así…. Los días de Un Isleño, en
estos tiempos de Inundaciones, en la Isla de Oro, en Formosa….
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